“Recordemos que hasta mediados del siglo XX la mayoría de los científicos, y muchos artistas, no creían que el Delfin pudiera llegar a ser comprendido por el cerebro humano” —¡o que siquiera valiese la pena comprenderlo!. “¿Te das cuenta”, le dirá el fitolingüista al crítico de estética, “de que ni siquiera eran capaces de leer el Berenjena?” y se reirán de nuestra ignorancia al tiempo que toman sus mochilas y emprenden una caminata para leer la recientemente descifrada lírica de los líquenes de la cara norte del pico Pikes
Ursula K. Le Guin
La autora de las semillas de acacia y otros extractos de la Revista de la Asociación de Terolingüística.
¿Cómo se relaciona un poema con la cuenca de un río? ¿Cómo es una novela sobre árboles? ¿Qué ocurre cuando un texto se relaciona con su entorno en tanto al “paisaje”?
La ecocrítica es una rama de los estudios literarios que engloba distintos tipos de estudios sobre las relaciones que existen entre la literatura y el medio ambiente físico. Surgida a partir de las “revoluciones verdes” en distintas disciplinas, como la filosofía, los estudios de género, la historia, la antropología, etc., durante la década del 70, la ecocrítica busca explicitar estas relaciones críticamente, poniendo especial énfasis en los aspectos éticos de la creación literaria, teniendo en mente la crisis medioambiental contemporánea.